Capítulo 7: Día de tierra en el cielo

Quiero que me ayuden con dos cosas:

1. Que entren al blog de Dream Controllers, que creó Linda Kathe Stirling.Y que 
2. Voten por mi en La última Vidente: Premios L. U. V. como mejor historia propia.

Espero que les guste el capi, pero ya se que a muchos no les va a gustar pero NO ME MATEN porque luego no saben cómo termina... Disfrútenlo!

Siento como si cayera desde un edificio y como si golpeara el suelo después de eso. Meredia... No la puedo ni ver. Mi hermana está allí, inmóvil, casi muerta. Supongo que el efecto de la bomba termina cuando estás a punto de morir, ya que de repente comienza a hablarme, con su voz normal.

- Thyanarah – Me dice – perdóname. Por todo lo que hice. Ahora puedo morir.

 - No digas eso. No vas a morir. Eres fuerte, puedes sobrevivir sólo si resistes. – No pude resistir el impulso de ir hacia mi hermana y abrasarla mientras moría.

La pequeña e inocente Meredia muriendo. Es increíble lo que Dark Light es capaz de hacer. Ni Meredia ni Biailey tenían la culpa de lo que ellos quieren. No sé si tienen cerebro o corazón, porque lo que hicieron no tiene nombre. Abraso a Meredia mientras si pecho sube y baja cada vez más lentamente. Soy culpable de que ella esté muriendo. Soy culpable de la muerte de Biailey. Soy culpable de la muerte de Kimm. Soy culpable, soy culpable, soy… No lo soy. Dark Light es el verdadero culpable de esto, de que ellas hayan muerto y de que Meredia esté muriendo. No sé por qué hemos estado muy calladas. Lo normal sería que estuviéramos diciéndonos que nos extrañaremos o algo así.

– Meredia – Digo por fin. – Estarás bien, no te preocupes. Pronto llegará el equipo de rescate de Flame of Water. No mueras ahora, resiste.

– Thyanarah… vete… ahora… no… viviré… más… de… diez… minutos… – Cierra los ojos y respira un poco más lento. – Tienes… que… saber… que… tu… no tienes… la culpa… de… nada…– Respiró hondo para continuar. – Sigue… tu vida… sin… culpa.

Entonces pongo mi mano en su pecho, en donde se siente el latido de su corazón y en donde siento también cómo sube y baja mientras respira. Ahora está respirando muy poco. Nos quedamos así, incapaces de pronunciar cualquier palabra ya sea porque le faltaría el aire o porque tengo un nudo en la garganta hasta que decido que, si va a morir, morirá escuchando mi voz.

– Meredy, recuerdas las estrellas, ¿cierto?

– Sí… las… recuerdo. – Dice abriendo los ojos y mirando al cielo como si estuvieran allí ahora mismo. – Esferas… de luz… brillantes… en la noche.

– Si, y quiero que sepas que, cuando mueras, habrá una estrella más en el cielo. La gente que muere por culpa de otros se convierte en una estrella. – No puedo evitar que una lágrima resbale por mi mejilla y caiga en la suya. – Serás la estrella más hermosa y brillante de todas.

– ¿Me… verás… cada… noche… que veas… las… estrellas? – Dice, llorando.

– Aunque el cielo esté nublado, aunque llueva, aunque me quede ciega, te veré todos los días en el cielo por el resto de mi vida.

No dice nada, sólo sonríe y al momento hace una mueca de dolor. Cierra los ojos y veo que no quiere abrirlos. Su corazón está latiendo cada vez menos fuerte y hasta que ella me dice “Adiós” deja de latir. Meredia está muerta. Más lágrimas caen por mis mejillas. No puedo evitar gritar una palabrota y entonces es cuando llega Denora.

– ¿Ahora es cuando llegan? – Digo, enojada. – ¡Debería darles vergüenza! ¡Pudieron haber llegado más rápido! ¿Cómo pudieron permitirlo? ¡Los odio! ¡No saben todo lo que pasó! ¡VAYANSE A LA – pero entonces Denora me hace un ademán de que me calle. – ¿QUÉ? ¿TE QUIERES BURLAR DE MÍ? ¡ATRÉVETE! – Le sigo gritando.

– Cálmate, Thyanarah. – Me dice. – Nadie viene a burlarse de ti. Estás muy alterada por lo que acaba de pasar…

– ¡Claro que lo estoy! ¿Qué sentiste cuando Riha murió? – Me hubiera gustado nunca haber dicho eso, pero lo dije de todas formas.

Riha Buckett era la hermana pequeña de Denora, que murió a manos de Dark Light y ella lo vio todo. La estaban torturando para que les dijera quienes eran Viden, pero al mismo tiempo estaban torturando a Denora viendo cómo torturaban a Riha. Fue algo confuso. Al final, se les pasó la mano y Riha no lo soportó. Murió y una parte del alma de Denora murió con ella. Después de eso, Denora encontró el valor para escapar de las garras de Dark Light no sin antes recoger un medallón que había pertenecido a Riha y se lo llevó para recordarla por siempre. Me sentí la mala del cuento al haberle recordado a Riha. No deví de haberla mencionado.

– Denora, lo lamento.

– No tienes qué lamentar. – Me contesta con un tono frío. – Es cierto. Tienes razones para estar enojada, pero tienes que aceptar que no es con migo ni con ninguno de nosotros. Usa tu ira contra el verdadero enemigo. Contra Dark Light.

Tiene razón, no debería estar enojada con ella. En ese momento llegan los demás y la mayoría ahoga un grito al ver a Meredia.

– Espero que esto los inspire para luchar porque Dark Light muera. – Comienzo a decir, pero no puedo continuar.

En lugar de continuar, me pierdo en mis pensamientos y recuerdo a Meredia. No es un recuerdo, es una fantasía. Suele pasar.

Estábamos en un prado, pero no en el prado de la madriguera. Era un prado más grande y verde, lleno de arbustos y árboles llenos de distintos frutos. Meredia estaba allí parada, con las heridas aún sangrando, pero estaba allí. Esto pasa con los Viden. Vemos como en un sueño después de la muerte de una persona querida. Pero duele. Duele saber que Meredia está muerta y que jamás la volveré a ver. Duele saber que fui yo quien la mató. Duele saber que Dark Light avanza lentamente cada minuto que pasa. Duele saber que pude haber evitado la muerte de Biailey y de Meredia.

La fantasía dura un minuto o dos, pero es suficiente. Algunas fantasías duran eternamente, como la de una chica Viden que vivía en Dark Light, Pel Hanik que siempre estaba diciendo que "Amelly está esperándome en donde la dejé" pero la verdad era que Amelly Hanik estaba muerta. O al menos desaparecida. La chica intentó suicidarse varias veces hasta que lo logró una noche lluviosa. Días más tarde encontraron el cuerpo de Amelly en el mismo lugar en donde había caído Pel.

Fue bueno que durara poco esa fantasía. Luego me doy la vuelta y camino hacia Flame of Water, que está a veinte metros.

- Si alguien quiere abandonar ahora - digo por fin - este es el momento de hacerlo.

Nadie contestó